Hoy, 22 de abril, conmemoramos a Santa OPORTUNA de SÉEZ, Abadesa.
En el año 770, nació cerca de Ayesmes, Normandía, en la actual Francia; su familia era muy devota, y en ella encontró inspiración y un ejemplo de vida cristiana.
Desde niña sintió la vocación religiosa, y tomó como modelo la vida de su hermano Crodegano, obispo de Séez, quien llegaría a alcanzar la santidad. En su juventud Oportuna decidió entonces entregar su vida al servicio de Dios.
Acudió para ello precisamente con su hermano, quien personalmente le colocó el Velo de Consagración cuando ingresó a la abadía de Almenèches, de la regla benedictina. Por su bondad y su devoción, muy pronto Santa Oportuna fue electa abadesa por sus hermanas.
Se cuenta que obró un piadoso milagro con un campesino que había robado un burro del convento. El hombre se negaba a admitir el hecho, asegurando que lo había adquirido en el mercado. Santa Oportuna se puso entonces a rezar, y ocurrió que al amanecer el campo de labranza del ladrón apareció cubierto con una capa blanca de salitre.
Asustado ante el fenómeno, y arrepentido, el campesino no sólo restituyó el animal, sino que obsequió el terreno a las hermanas. Desde entonces a esa parte se le conoce como “campo salado”.
Ella estaba tan unida a su hermano, San Crodegango, que cuando éste fue asesinado a traición, ella falleció a los pocos días.
El culto a Santa Oportuna estuvo muy extendido durante toda la edad media. Sus reliquias se conservan en Argentán, Séez, Moussy, París, Senlis y Cluny.
SANTA OPORTUNA DE SÉEZ nos enseña el valor de vivir con abstinencia y austeridad.
(fuente: santoral-virtual.blogspot.com.ar)
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