Era siciliano, hijo de un tal Pablo. Aunque fue elegido unos pocos días después de la muerte del Papa San Agatón (10 de enero de 681) no fue consagrado hasta un año y siete meses más tarde. (17 de agosto de 682).
En el pontificado anterior se habían abierto negociaciones entre la Santa Sede y el emperador Constantino Pogonato sobre las relaciones de la corte bizantina y la elección papal. Constantino le había prometido a Agatón abolir o reducir los impuestos que durante un siglo habían tenido que pagar los Papas al tesoro imperial con ocasión de su consagración, y con el sucesor de León hizo otros cambios en lo que hasta entonces se había requerido de la Iglesia Romana en el momento de la elección papal. Con toda probabilidad, por lo tanto, que fuera la continua correspondencia sobre este asunto la que causó el retraso de la confirmación imperial para la elección de León y de ahí la larga posposición de su consagración.
El hecho más importante realizado por León en su corto pontificado fue su confirmación de las actas del Sexto Concilio Ecuménico (680-1), el cual fue celebrado en Constantinopla contra los monotelitas y presidido por los legados del Papa Agatón. Una vez que León le comunicó al emperador que ya había confirmado los decretos, procedió a comunicarlos a las naciones de Occidente. Han llegado hasta nosotros las cartas que envió con este propósito al rey, obispos y nobles de España, en las que explica lo que el concilio había decidido y pedía a los obispos que suscribieran los decretos. Al mismo tiempo se esmeraba por aclarar que condenó a su predecesor Honorio I , no porque enseñara herejías, sino porque no fue lo suficientemente activo en oponerse a ellas. De acuerdo con el mandato papal, se celebró un sínodo en Toledo (684) en el que se aceptó el Concilio de Constantinopla.
El hecho de que Rávena había sido durante mucho tiempo la residencia de los emperadores o de sus representantes, los exarcas, había despertado la ambición de sus arzobispos. Aspiraban a los privilegios de los patriarcas y querían ser autocéfalos, es decir, libres de la jurisdicción directa del Papa, considerado como su primado. Como no podían conseguir que los Papas se aviniesen a sus deseos, intentaron realizar su deseo mediante un decreto imperial que los reconociese como autocéfalos. Pero esto no fue suficiente y León consiguió de Constantino Pogonato la revocación del edicto de Constante. Por su parte, sin embargo, León abolió el impuesto que los arzobispos acostumbraban a pagar cuando recibían el palio. Y aunque insistió en que los arzobispos electos debían ir a Roma para ser consagrados, consintió en que no fueran obligados a permanecer en Roma más de ocho días en el tiempo de su consagración y que, mientras que no estaban obligados a volver a Roma en persona para ofrecer homenaje al Papa, deberían enviar cada año un legado para hacerlo en su nombre. Quizás temiendo que los lombardos saquearan de nuevo las catacumbas, León movió muchas de las reliquias de los mártires a una iglesia que edificó para recibirlas.
Este Papa, al que su biógrafo contemporáneo llama justo y culto, es conmemorado como santo en el martirologio romano el 28 de junio (aunque anteriormente dicha fiesta se celebraba el 3 de julio con el rango de semi doble)
Bibliografía: Liber Pontificalis, ed. DUCHESNE, I (París, 1886), 359 ss.; VILLANUNO, Summa Concil. Hispaniae, I (Barcelona, 1850), 310 sq.; Acta SS., junio, V, 375 ss.; MANN, Lives of the Popes, I (Londres, 1902), pt. II, 49 ss.
Fuente: Mann, Horace. "Pope St. Leo II." The Catholic Encyclopedia. Vol. 9. New York: Robert Appleton Company, 1910. .
Traducido por Pedro Royo. L H M.
(fuente: ec.aciprensa.com)
otros santos 03 de julio:
- Beato Carmelo Volta
Traducido por Pedro Royo. L H M.
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