Apóstol de Córcega - Obispo de Aleria y Pavía
Primer Obispo Barnabita.
El más joven SUPERIOR GENERAL de la Congregación.
CATEDRÁTICO de Universidad OBISPO de Aléria (Córcega) y de Pavía (Itália).
PATRONO de la juventud estudiantil Barnabítica.
SÍNTESIS de cultura y luminosa espiritualidad, dinamismo y prudencia…
EN LA “PIAZZA DEI MERCANTI”
Nació en Milán (1534), aunque de origen genovés. Sus padres pertenecen a una familia de la más antigua nobleza de Génova.
A los 17 años (1551), llama a la puerta de la comunidad de San Barnaba, entonces uno de los centros mas pujantes de la renovación espiritual en Milán.
“Me siento empujado interiormente por el Crucifijo. Solicito ser acogido como Barnabita para entregarme totalmente en manos de la obediencia. Pido ser aceptado porque aquí encuentro mayor ruptura de voluntad que en otro lugar".
Y la prueba de “romper la voluntad” vino pronto.
Es joven, rico, inteligente. ¡Bien! Con su rutilante traje de noble, cargado con una larga y pesada Cruz, tendrá que ir a la concurrida y céntrica "PIAZZA DEI MERCANTI'” ( plaza de los mercaderes ) a predicar la vanidad de las cosas del mundo. Alejandro supera brillantemente el examen entre el asombro, la sonrisa y la mofa de los transeúntes.
Desde entonces "llevar la cruz" forma parte de las tradiciones de la Congregación. Todos los barnabitas comienzan su año de formación religiosa (noviciado) llevando procesionalmente la Cruz hacia la iglesia. Es uno de los momentos más emotivos e inolvidables.
A LA ORILLA DEL TESINO
Recién ordenado Sacerdote (1556), es enviado a Pavía para atender a la formación de las jóvenes esperanzas de la Congregación.
En la ciudad destaca muy pronto por su robusta preparación cultural y su lúcida y penetrante inteligencia.
Corría la voz “de que si se hubiese perdido la Suma Teológica de Santo Tomás de Aquino, Don Alejandro sabría dictarla, palabra por palabra…”
Dentro de la Congregación inicia y estructura sólida e íntegramente la programación de estudio para los futuros barnabitas. Es una síntesis armoniosa de humanismo, filosofía y teología. Origen de aquella fama cultural que será una de las características de nuestra Familia Religiosa.
EN EL CANDELERO
El aprecio de los hermanos le confiará pronto, a pesar de su joven edad (sólo 34 años ), la máxima responsabilidad en el gobierno de la Congregación. Es el sexto Superior General, a partir del Sto. Fundador y el más joven en toda la historia de la Orden.
El Arzobispo de Milán, el Santo Card. Carlos Borromeo, lo escoge como consejero y lo elige como su orientador espiritual y confesor. Será él mismo quien lo consagre Obispo, cuando S. Pío V lo nombrará para la Diócesis de Aléria (Córcega).
Los 20 años de su apostolado en la isla, entonces dependiente de la republica de Génova, están marcados por un dinamismo intenso y renovador: visitas pastorales, sínodos, erección del Seminario, formación del clero, decoro de las Iglesias, (a menudo cobijo de... rebaños de ovejas ), intensa campaña catequética para niños y adultos, defensa del pueblo frente a los piratas y abastecedor de alimentos en momentos de carestía... Estas dos décadas de apostolado en Aléria son quizás el mejor período de su vida.
No se deja vencer por el ofrecimiento de Sedes Episcopales más prestigiosas. Será su antiguo discípulo espiritual el Card. Nicolás Sfondrati, nombrado Papa con el nombre de Gregorio XIV, que lo trasladará a Pavía, antiguo campo de actividad cultural en los primeros años de su sacerdocio.
EN LA PORTERÍA DEL CASTILLO.
En Pavía le esperaba un apostolado breve, pero fecundo. Sólo un año durará en la nueva y amplísima Diócesis.
Emprende pronto la visita pastoral, advierte que las fuerzas le abandonan. Su hora llega cuando se encuentra en Calosso (Asti). Es un puñado de casas, cobijadas a la sombra de un soberbio castillo, sobre una de las suaves colinas alfombradas de viñedos del Piamonte meridional. El conde Hércules Roero le ofrece su castillo para reparar las fuerzas. Acepta, pero con la condición de no subir a la planta noble; desea quedarse con los humildes marginados, junto a la portería.
Una pequeña capilla recuerda la reducida habitación de donde quiso salir con discreción de la “escena del mundo”, el 11 de Octubre de 1592
Su cuerpo descansa en la nave derecha de la majestuosa Catedral de Pavía, en cuya ciudad una parroquia lleva su nombre.
Un gran amigo de los Barnabitas, el Papa Benedicto XIV, lo beatificó el año 1741, y S. Pío X lo elevó a la gloria del Bernini, el 11 de diciembre de 1904.
Al Crucifijo que le pedía: “Esto mihi totus, totus mihi soli” (Sé todo para Mi, todo para Mi sólo).
Alejandro contesta: “Ego tibi totus, totus tibi soli” (Seré todo para Ti, todo para Ti sólo)
(fuente: www.barnabitas.org)
otros santos 11 de octubre:
- San Meinardo (Meinhard)
- Santa María Soledad Torres Acosta
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