Tres años de ministerio fueron suficientes para conocer la entrega sacerdotal del Padre Margarito. Se encontraba fuera de la Diócesis a causa de la persecución, cuando supo de la muerte heroica del Sr. Cura David Uribe, exclamó: «Me hierve el alma, yo también me voy a dar la vida por Cristo; voy a pedir permiso al Superior y también voy a emprender el vuelo al martirio».
El Vicario general de la Diócesis le nombró vicario con funciones de párroco de Atenango del Rio, Gro. El Padre Margarito se puso luego en camino. Fue descubierto como sacerdote al llegar a su destino; apresado y conducido a Tulimán, Gro., donde se dio la orden de fusilarlo. El Padre Margarito pidió permiso para orar, se arrodilló unos momentos, besó el suelo y luego, de pie, recibió las balas que le destrozaron la cabeza y le unieron para siempre a Cristo Sacerdote, el 12 de noviembre de 1927.
(fuente: www.vatican.va)
otros santos 12 de noviembre:
- San Millán de la Cogolla
- San Diego de Alcalá
No hay comentarios:
Publicar un comentario